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Blogs; La geotermia y los pueblos originarios

Mitai Maori Village, Nueva Zelanda (source: flickr/ Pursuedbybear, creative commons)
Abraham Ormad 11 Sep 2014

Artículo de opinión realizado por Ignacio Holmberg Soto. Todos sus artículos se almacenarán en el blog correspondiente a la Universidad Mayor, Centro de Energía Medioambiente & Ordenamiento Territorial (ROAM).

Generalmente los recursos geotermales se encuentran en espacios rurales y muy lejanos a los grandes centros urbanos. Más aún, dichos recursos en la mayoría de los casos se encuentran en lugares de difícil acceso, de gran belleza natural y solamente habitados por comunidades indígenas usualmente de escasos recursos económicos. Comunidades que por otro lado, tienen y siente una relación cultural y espiritual fuerte con los recursos naturales del lugar en que ellos habitan.

Sin importar el hecho de que las plantas de energía geotermal causan un menor impacto al medio ambiente que el causado por otras fuentes de energía más convencionales, no es raro encontrar resistencia a dichas plantas por parte de los pueblos originarios que habitan los lugares afectados. Situación que en algunos países productores de energía geotérmica se ha manejado de buena manera y que en otros aún se está lejos de llegar a una posible solución.

Un ejemplo de un país que ha sido muy diligente en el manejo de la anterior situación es el caso de Nueva Zelanda. Nación en la cual debido a lo visionario de sus gobernantes y a la buena regulación legal que ha habido al respecto durante los últimos años, los pueblos originarios más que encontrar un problema en el uso de los recursos naturales involucrados en la geotermia han encontrado una oportunidad de desarrollo.

Oportunidad que en todo caso se fue gestando en el tiempo ya que en un comienzo, vale decir durante los años 50s, la regulación existente a esa fecha que en realidad incentivaba la nacionalización del recurso geotermal no consideraba en mayor medida la relación existente entre las comunidades Maoríes y los recursos naturales de las regiones que ellos habitaban. Situación frente a la cual dichas comunidades se opusieron haciendo valer el Tratado de Waitangi de 1840 que regulaba la relación entre Maoríes y la Corona Británica y también imponiendo su valiosa creencia consistente en la idea de que los recursos naturales eran un regalo de sus ancestros que había sido dado a ellos para el efecto de ser sus guardianes y así garantizar su conservación para el goce que de ellos hagan las generaciones futuras.

Oposición que ya durante los años 90s, con la adopción de la norma Resource Management Act de 1991, comenzó a lograr su objetivo. Dicha innovadora norma, que como es sabido es aplicable a un mayor espectro de actividades que pueden tener un impacto sobre el medio ambiente, vino a servir de instrumento para regular el desarrollo de la geotermia desde 3 puntos de vista. Siendo el primero la responsabilidad en el manejo sustentable de los recursos naturales y entre ellos los geotermales, el segundo la protección del medio ambiente y el tercero la participación de las comunidades locales e indígenas. Puntos de vista o temas que dicha norma entregó a la regulación que de ellos hagan las Autoridades Regionales.

Así las cosas, esta norma contiene disposiciones expresas que promueven la participación de las comunidades indígenas en la materia. Por ejemplo su sección 6 señala que toda persona que tenga atribuciones en el manejo del uso, desarrollo y protección de los recursos naturales deberá reconocer la relación existente entre los Maoríes su cultura y tradiciones, con los recursos naturales como son la tierra y el agua. Su sección 7 resalta su calidad de guardianes y por último en la sección 8 se otorga especial consideración a los principios contenidos en el Tratado de Waitangi de 1840.

Por otro lado y siguiendo los mandatos del Resource Management Act de 1991 las autoridades locales también consideran la participación de las comunidades Maoríes a la hora de tomar decisiones en materias de regulación de la geotermia. Así por ejemplo el Waikato Regional Council requiere la consulta a las comunidades Maoríes locales al momento de adoptar políticas locales relacionadas al desarrollo de la geotermia.

Ahora bien, debido a todo lo señalado anteriormente en materia de regulación de esta industria y sumado el hecho de que en numerosas oportunidades las tierras en donde se encuentran ubicados los recursos geotermales son de propiedad de Maoríes, han surgidos fuertes incentivos para generar estrechos lazos entre las compañías productoras de energía geotermal y las comunidades locales aborígenes. Los que han terminado incluso en desarrollos de plantas geotermales en conjunto bajo figuras de joint venture y otras, que han resultado exitosas y rentables tanto para las compañías geotermales tradicionales, como así también para dichas comunidades.

Por último, las preguntas que quedan por hacer son: es el ejemplo de Nueva Zelanda exportable a otros países?. Habremos evolucionado culturalmente a tal punto que nuestros Estados sean capaces de reconocer la estrecha vinculación que podría existir entre las comunidades indígenas y los recursos naturales de los lugares que ellos habitan?. O más aún, estarán las compañías generadoras dispuestas a reconocer a dichas comunidades como socias en sus proyectos y compartir utilidades?. Preguntas difíciles de responder ya que a diferencia de Nueva Zelanda hay países en los que recién en los últimos años se ha comenzado a discutir públicamente sobre estos temas.

 

Artículo de opinión de Ignacio Holmberg Soto. Todos sus artículos se almacenarán en el blog correspondiente a la Universidad Mayor, Centro de Energía Medioambiente & Ordenamiento Territorial (ROAM) en este enlace.

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