Investigadores de Inglaterra exploran la energía geotérmica a través del agua de una mina
El Instituto de Energía de la Universidad de Durham, en Inglaterra, está investigando acerca de cómo la energía geotérmica se puede utilizar desde minas de carbón sin actividad, al noreste de Inglaterra, U.K.
Investigadores del Instituto Durham de Energía (DEI) de la Universidad están explorando el potencial de energía geotérmica de la Tierra.
Dirigidos por el Centro de Investigación de Sistemas de Energía de la Tierra (CeREES), los investigadores están investigando cómo este potencial puede ser aprovechado para proporcionar una fuente de energía baja, no intermitente, libre de carbono.
Una posible fuente de calor para los hogares podría provenir de las inundaciones encontradas en las minas de carbón abandonadas.
En un artículo en la página web de la Universidad, el Dr. Charlotte Adams, profesor adjunto de DEI en el Departamento de Geografía e Investigación Manager para el Consorcio BritGeothermal, explica más sobre cómo la investigación podría ayudar a aprovechar este valioso recurso.
En respuesta a cómo el proyecto de la Universidad quiere explorar el potencial geotérmico de las antiguas minas de carbón, el Dr. Adams señala que existen “Muchas ciudades del Reino Unido que crecieron gracias a sus reservas de carbón y Spennymoor, en el condado de Durham, es un ejemplo de esta. La ciudad ha tenido una historia minera que abarca más de 150 años y, en consecuencia, hay considerables áreas de minas abandonadas bajo la ciudad y las áreas previstas para los nuevos desarrollos de viviendas. Esta investigación estimará el volumen de agua en los trabajos y, posteriormente, la cantidad de calor que se puede extraer. Esta cifra se utilizará para calcular el número de hogares que podrían calentarse y se investigarán diferentes escenarios para optimizar la configuración del sistema. Este proyecto también implica la consulta de la comunidad para descubrir qué piensa la gente local sobre la temática”
Para mayor información revisar el link
Fuente: Durham University // ThinkGeoEnergy