Energía geotérmica, un pilar de la transición energética en la región de Alsacia, Francia
La energía geotérmica es una pilar en la transición energética en la región de Alsacia, Francia, y aparece como un elemento importante en la estrategia del Gobierno Francés para abandonar el gas, según indicó el presidente francés Emmanuel Macron.
En un discurso previo a las conversaciones sobre el clima de la COP24 en Polonia, el presidente francés, Emmanuel Macron, destacó la necesidad de que el país “salga del gas” y que la “estrategia de su gobierno prevea un aumento en la utilización de la energía geotérmica, que tiene un alto potencial en el país”. A pesar de las críticas de las ONG medioambientales y de la oposición, el discurso del presidente francés al menos ha hecho felices a algunas personas en la región de Alsacia, según informó el periódico francés Le Monde.
El mayor Eurométropole de Estrasburgo, que incluye treinta y tres comunas de la región más amplia de Bas-Rhin, ya tiene una estrategia geotérmica de mayor escala en marcha.
La energía geotérmica profunda, la extracción de agua muy caliente (alrededor de 150-200 grados centígrados) de los pozos para producir calor o electricidad para empresas o particulares, es uno de los principales pilares de la política verde impulsada por los políticos en la región de Alsacia. Su objetivo es ambicioso: suministro de energía 100% renovable para 2050 en todo el territorio (mientras que la tasa actual es del 15%, en comparación con el 30% del petróleo) y una caída del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Queremos ser una de las comunidades locales más innovadoras en el campo del medio ambiente y ser un territorio con energía positiva”, explica el presidente de Eurometrópolis, Robert Herrmann. Se espera que la energía geotérmica finalmente genere el 20% de nuestras necesidades energéticas.
Conciencia
Para el político, la concienciación tuvo lugar en la COP21, con la firma del acuerdo sobre el clima , realizada en París en diciembre de 2015. “Fue realmente el punto de lanzamiento de la transición energética. Muchas convocatorias de proyectos se lanzaron a raíz de COP21, dice. El estado en ese momento nos dijo: ponemos dinero, mira lo que puedes hacer. Esto creó una dinámica. Nos hemos comprometido de una manera muy fuerte y en tres años ya tenemos muchos resultados”. Se lanzaron o desarrollaron muchos programas en el territorio: energía solar térmica y fotovoltaica, biomasa, biogás, renovación térmica de viviendas y también energía geotérmica profunda.
“Esta combinación hará que sea relativamente fácil alcanzar el 100% de suministro de energía renovable, además de tener energía en el territorio y la posibilidad de empleo local, dijo Gilles Lara, director de la asociación Alter Alsace Energies, que asesora a las autoridades locales y privadas en su transición energética. Pero debemos empezar ahora y no esperar veinte o treinta años, de lo contrario será demasiado tarde”.
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Se han lanzado tres proyectos con plantas geotérmicas en el territorio: en Vendenheim, Eckbolsheim e Illkirch-Graffenstaden. A largo plazo, la intercomunidad estima que estas tres plantas calefaccionen el equivalente a 23,000 hogares y producirán electricidad equivalente al consumo de 50,000 hogares.
Recursos favorables
Si los representantes electos confían tanto en esta técnica, es que Alsacia, y especialmente la región a lo largo del Rin, disfrutan de un subsuelo favorable para su desarrollo geotérmico. Tienen bajo sus pies un agua cuya temperatura se aproxima a 140 grados centígrados desde 2000 m de profundidad y una roca caliente ya fracturada que permite la extracción de esta agua a través de dos pozos. El primero permite que el agua aumente su temperatura, la que luego se transforma y es aprovechada en un intercambiador de calor, para la generación de calor o electricidad. El segundo pozo reinyecta el agua enfriada en la superficie al subsuelo, para que se caliente nuevamente gracias a las rocas calientes.
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“Creemos mucho en este nuevo sector industrial que hace posible tener un recurso renovable no intermitente”, explica Marc Kugler, Director General de Electricité Strasbourg, una subsidiaria de EDF, que construye las centrales eléctricas de Illkirch y Rittershoffen. Es una energía cuyos precios se mantendrán estables, a diferencia del gas, el carbón o el petróleo, que pueden ser muy volátiles”, por ello “todavía estamos al principio, esto no es algo que afectará a los líderes de la industria petrolera”.
A pesar del establecimiento de una estación de investigación en el Bajo Rin, a finales de la década de 1980 en Soultz-sous-Forêts, el sector aún está en su infancia. La solución técnica aumenta los temores, especialmente después de los accidentes que ocurrieron en Alemania hace diez años, o en Suiza: el agua inyectada a alta presión en el subsuelo, a 5 km de profundidad, causó varios mini temblores en la región de Basilea en 2006, y uno con una magnitud del 3.6, siete años después en San Galo. Kugler, señaló “No es el mismo tipo de energía geotérmica”, además “Los accidentes se debieron al fracking de la roca, nosotros estamos perforando, no rompemos la roca y vamos a profundidades superiores respecto de lo que se hizo en Suiza”.
Una “pequeña revolución”
En Illkirch-Graffenstaden, se necesitó mucho trabajo para aceptar la central geotérmica que ahora domina los campos en las afueras de la ciudad de 27,000 habitantes. El alcalde, Claude Froehly. señala “Los diversos incidentes han creado una psicosis en el hogar; esto es algo cierto. Así que organizamos muchas reuniones públicas, fuimos muy transparentes”, ya que “Los habitantes se dieron cuenta de que el proyecto permitía tener una energía limpia, de proximidad y que no representa muchos riesgos”.
Esta planta, con pozos de hasta 3.000 m de profundidad, comenzó a principios de septiembre, suministrará energía a partir del año 2021, equivalente a 13.000 hogares en calefacción y 2.800 en electricidad. “Gracias a esta técnica, evitaremos la emisión de 11,000 toneladas de CO2 por año, el equivalente a 4,500 vehículos”, señalo Kugler.
Además de la energía geotérmica, el Sr. Froehly, que quiere que su ciudad tenga “mayor independencia energética”, también está buscando desarrollar energía solar a partir de paneles fotovoltaicos. La ciudad de Bas-Rhin es, por lo tanto, la primera en Francia en experimentar un parque solar a orillas del lago: 135 paneles flotan desde principios de año en un lago y producen electricidad, especialmente para el parque de animales ubicado en la cercanía al proyecto. El objetivo, si este experimento resulta concluyente, es instalar 18 000 paneles para el año 2021.
Para el Sr. Froehly, ante la urgencia de la situación climática, ahora depende de los funcionarios electos tomar las cosas en la mano, “Estamos en una pequeña revolución, es hora de que todos tiemblen. El estado debe dar las direcciones principales, pero es necesario que a nivel local acompañemos a los ciudadanos para que todos puedan aceptar este esfuerzo”.
Fuente: Le Monde