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Empresas españolas apuestan por la geotermia en Ecuador

Montañas Pichincha cerca de Quito, Ecuador (fuente: flickr/ Guillaume Lavaure, creative commons)
Abraham Ormad 19 Jun 2012

El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha suscrito un convenio de colaboración con la empresa Compañía General de Ingeniería y Sondeos (CGS) para el desarrollo de proyectos de geotérmicos.

Los experiencia del Instituto Volcanológico de Canarias dentro del desarrollo de estudios geotérmicos está empezando a dar su frutos.

El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha suscrito un acuerdo de colaboración con la empresa Compañía General de Ingeniería y Sondeos (CGS) para el desarrollo de proyectos geotérmicos.

“Unirnos al Involcan es como fichar a Messi o a Ronaldo, pocos organismos en el mundo tienen un bagaje así en vulcanología”, dijo el consejero delegado de CGS, Juan Torres Gómez de Llamosa, tras firmar el convenio con el presidente del Cabildo de Tenerife y del Involcan, Ricardo Melchior.

Melchior destacó la importancia de la geotermia como fuente constante de energía renovable y señaló que el Cabildo de Tenerife apuesta por esta disciplina “casi en solitario”, porque aporta más fondos para su desarrollo que los gobiernos de Canarias y de España juntos.

El convenio suscrito hoy permitirá desarrollar trabajos de colaboración científica y técnica para la exploración, investigación y desarrollo de la geotermia y uno de los primeros trabajos en común será el estudio de la prefactabilidad del modelo geotérmico integral de la caldera de Chalpatán, en Ecuador.

Se trata de un concurso internacional financiado con un millón de dólares por el Banco Interamericano de Desarrollo ganado por CGS gracias a la implicación del Involcan, según el director del proyecto, José Albert.

El trabajo del Involcan en este proyecto se centra en estudios de geología, vulcanología y geoquímica.

Nemesio Pérez, director del Involcan, destacó la importancia de este acuerdo para el Instituto, porque la vulcanología no debe limitarse a estudiar el riesgo volcánico, sino también a “la otra cara de la moneda”, los beneficios que pueden obtenerse de un volcán activo, como la energía geotérmica.

Fuente: El dia.es